Los países de renta baja y media albergan una parte significativa de la biodiversidad mundial y son el hogar de especies únicas y endémicas. Al mismo tiempo, estos países sufren elevados niveles de deuda pública y se enfrentan a un acceso restringido a los mercados internacionales de deuda.
Las crisis gemelas del clima y la biodiversidad plantean riesgos inmediatos y a largo plazo para sus economías, ciudadanos e inversores. Estos países se enfrentan así a un mayor deterioro de sus calificaciones crediticias, sus economías y su biodiversidad, a medida que las comunidades recurren a prácticas que agotan la naturaleza para mantener sus medios de subsistencia.
El cambio climático y la destrucción de la biodiversidad amenazan así con un círculo vicioso de aumento de la deuda y espiral de pérdida de naturaleza y daños climáticos.
La deuda soberana vinculada a la sostenibilidad convierte este círculo vicioso en un círculo virtuoso. Los inversores ofrecen un tipo de interés más bajo sobre la deuda nacional de un gobierno, a cambio de compromisos para invertir en la restauración de la naturaleza, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la resiliencia climática.
De este modo, la deuda vinculada a la sostenibilidad puede hacer frente al triple reto de las dificultades de la deuda pública, las perturbaciones climáticas y la degradación de la naturaleza. Funciona incorporando el daño económico real causado por la pérdida de naturaleza en las calificaciones de la deuda soberana y la sostenibilidad.
Para ello, es fundamental contar con un conjunto de indicadores clave de rendimiento (KPI, por sus siglas en inglés) materiales y cuantificables con los que los inversores puedan contrastar sus préstamos. Los KPI y los objetivos de rendimiento correspondientes reflejarán la mejora de las infraestructuras basadas en la naturaleza y su relación con la resiliencia económica.
La ampliación de los bonos vinculados a la sostenibilidad también requerirá asistencia técnica, sobre la estructuración de los bonos, para satisfacer a los inversores.
La labor de NatureFinance cuenta con la participación de un número cada vez mayor de agentes del mercado que comparten la opinión de que la innovación radical en el mercado de deuda soberana es fundamental para desbloquear un futuro más verde y el bienestar para todos.