Informe presentado como prueba al informe independiente Dasgupta Review, por Vivid Economics La urgencia de actuar en materia de biodiversidad compara el coste para los gobiernos del mundo de dos estrategias para alcanzar los objetivos de conservación de los bosques en 2050: actuar ahora o aplazar la acción durante una década.
La respuesta es clara: no podemos permitirnos retrasarlo.
- Los ciudadanos de todo el mundo tendrán que pagar el doble si los responsables políticos retrasan la acción mundial hasta diez años en lugar de actuar inmediatamente.
- Si se retrasa la adopción de medidas, puede que no sea factible estabilizar la biodiversidad mundial -incluso al nivel de agotamiento actual- de aquí a 2050. El ritmo al que se pierden biodiversidad y especies se está acelerando; el análisis concluye que cualquier retraso dificulta aún más la recuperación de la naturaleza y, por tanto, hace menos probable que sea económica y políticamente viable. El coste mundial de la producción de alimentos y materiales entre 2021 y 2050 es menor si se actúa de inmediato y mayor si se retrasa la acción, como porcentaje de la renta media mundial de los hogares.
- Actuar ahora reducirá significativamente las tasas de extinción de especies endémicas. Si no se toman medidas más ambiciosas que las que implican las actuales políticas mundiales de biodiversidad, se prevé que en los próximos 30 años se extinguirán más especies endémicas que las que se calcula que murieron en todo el periodo comprendido entre 850 y 1850 de nuestra era. Actuar ahora puede reducir esta cifra en un 25%. Esta reducción podría lograrse incluso si retrasamos la acción, pero duplicaría el coste. Si se actúa de forma inmediata y ambiciosa, existe la posibilidad de lograr una mayor reducción de las tasas de extinción y sólo costaría dos tercios de lo que costaría la acción retardada.
