Los delitos contra el medio ambiente, como el comercio ilegal de especies silvestres y la tala de árboles, son actualmente una de las empresas delictivas más rentables a escala mundial, generando hasta casi 300.000 millones de dólares en ganancias delictivas cada año, y creando daños y costes aún más profundos para el medio ambiente y la sociedad. Muchas empresas totalmente legales se benefician de estos delitos medioambientales, al igual que quienes los financian.
El informe más reciente de NatureFinance destaca la oportunidad de reducir los delitos contra el medio ambiente ampliando el alcance y la interpretación de las actuales normas contra el blanqueo de capitales. Sin embargo, señalando los límites de este enfoque, el informe subraya la necesidad de ir más allá y propone un camino a seguir paralelo a los enfoques contra la esclavitud y el diamante de conflicto. Por último, anima a la comunidad financiera a asumir el liderazgo en la promoción de medidas voluntarias eficaces y ampliamente adoptadas para garantizar unas cadenas de valor financieras libres de delitos contra el medio ambiente, y señala las ventajas de ser los primeros en actuar para evitar posibles daños a la reputación, litigios y una legislación mal diseñada.
El informe es una contribución invitada a la Iniciativa de Recursos Globales (GRI) patrocinada por el Gobierno británico, un grupo de trabajo multisectorial con el mandato de ofrecer recomendaciones sobre la ecologización de la huella de la cadena de suministro internacional del Reino Unido. No obstante, sus recomendaciones son de aplicación internacional.
