Este informe destaca la oportunidad de reducir los delitos contra el medio ambiente ampliando el alcance y la interpretación de las normas vigentes contra el blanqueo de capitales.
Sin embargo, señalando los límites de este enfoque, el informe subraya la necesidad de ir más allá y propone un camino a seguir paralelo a los enfoques contra la esclavitud y los diamantes conflictivos. Por último, anima a la comunidad financiera a asumir el liderazgo en la promoción de medidas voluntarias eficaces y ampliamente adoptadas para garantizar unas cadenas de valor financieras libres de delitos medioambientales, y señala las ventajas de ser los primeros en actuar para evitar posibles daños a la reputación, litigios y una legislación mal diseñada.