El Índice de Estímulo Ecológico (IEG) evalúa la eficacia de los esfuerzos de estímulo de los países del G20 para garantizar una recuperación económica que aproveche las oportunidades de crecimiento sostenible y aumente la resiliencia mediante la protección del clima y la biodiversidad.
Proporciona un método para calibrar el impacto actual de las respuestas al COVID-19, seguir los progresos de los países a lo largo del tiempo e identificar y recomendar medidas para mejorar la eficacia de dichas respuestas.
El Índice de Impacto Ecológico de las Medidas de Estímulo (GSI) muestra que, hasta la fecha, los gobiernos han fracasado en gran medida a la hora de aprovechar esta oportunidad. Los estímulos anunciados hasta la fecha tendrán un impacto medioambiental neto negativo en 16 de los países y economías del G20. Entre los países desarrollados, el estímulo estadounidense destaca como el más perjudicial. Australia, Italia y Japón se unen a ellos en el lado negativo neto, debido en gran medida a los impactos negativos existentes de sus sectores intensivos en medio ambiente, y a su falta de acción decisiva para utilizar el estímulo para tomar medidas específicas para restaurar la naturaleza y mitigar el cambio climático.
Se trata de una actualización del Índice que incorpora nueva información significativa disponible desde la publicación anterior. Se han incorporado al análisis los últimos anuncios sobre flujos de estímulo, desregulación y políticas medioambientales.
Vivid Economics (2020) Greenness of Stimulus Index (Segunda edición). Iniciativa de Financiación para la Biodiversidad
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